Comenzamos el dia a las 9:30 en el Puente Romano, después de llover durante la noche el día se nos presento muy bueno en comparación con las espectativas. Los primero kilómetros fueron por el paseo del Rio Miño en donde Jose Manuel se separó del grupo puesto que tenía que estar temprano en casa. En el kilómetro 8 aproximádamente comenzamos la subida de Untes, para mi una de las más duras y exigentes de los alrrededores de la ciudad aunque las hay peores. Desde allí nos desviamos hacia el monasterio de Naves en donde Carlos tuvo una pequeña caida que al final le obligó a abandonarnos.
Los kilómetros siguientes transcurrieron por el concello de Amoeiro por unos caminos preciosos y encharcados que hicieron las delicias de todos. Para terminar y que nadie se fuese con mal sabor de boca bajamos por Vilar das tres por la vertiente del restaurante. ¡Que espectáculo! El lugar estaba impresionante, algo peligroso y con las piedras bastante mojadas, pero aun así el que más y el que menos disfruto como un enano.
Por lo demás, un dia esplendido y la compañía insuperable.
A ver si los compañeros del Clube Ciclista Duas Rodas se animan a hacer esta ruta que seguro les va a dejar satisfechos.
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