La aventura comenzo en un camping de Ponte da Lima, por delante 105km y 3000m de desnivel acumulado, la organización tenía unas estimaciones que rondaban las 10 horas sobre la bici.
En un principio salimos 6 españoles juntos; Abel, Anxo, Paco y Juan Ferreiros de Pontevedra y Toño y yo de Ourense.
El primer puerto llegó después de un llano de unos 10 kilómetros, rampas no muy duras paro aun así decidimos llevar un ritmo relajado pensando en lo que se nos venía encima, hicimos un pequeño habituallamiento sólido y nos dispusimos a realizar el descenso de este puerto que no presentaba apenas dificultad. Despues de un tramo de enlace comenzamos la ascensión del segundo puerto que nos llevaría al kilómetro 55 en donde decidimos parar a comer un poco.
Media ruta ya estaba por detras nuestra y las piernas parecían estar aun frescas, durante todo el día habíamos pensado en llegar al último puerto frescos y así fue.
En un restaurante situado al pie del último puerto nos juntamos con todos los españoles, la mayoría de Vigo, una gente muy maja y nos dispusimos a comenzar la ascensión, aqui ya notamos que las rampas eran bastante más duras que las anteriores pero aún así el haber estado toda la ruta reservando se notó, la última parte era en su mayoría de carretera excepto un pequeño tramo de un par de kilómetros justo al final que era una pista de eólicos.
Por fin llegamos a la última cota en el kilómetro 80, nos sacamos las fotos pertinentes y nos dispusimos a realizar el descenso de 20km que llevabamos todo el dia esperando.
Se puede decir que esta bajada tenía tres partes, la primera muy incomoda y con un terreno muy malo que recordaba a los descensos de la Travesía del Cantábrico de 2009, en donde no fueron pocos los sustos aunque sin consecuencias.
La segunda parte, fue emcionantísima, no por el terreno sino porque tuvimos la suerte de encontrarnos unos 20 todo terrenos bajando y fue un auténtico subidón de adrenalina pasarlos a todos por las pistas en el "flow" jejejeje.
La tercera y última parte era espectacular, trialera de losa, saltos curvas espectaculares, no tengo foto pero supongo que os imaginareis nuestras caras al final.
Lo que restaba de la ruta eran unos 8 kilómetros entre pueblos que no tenían apenas dificultad, momento para disfrutar de los amigos, charlar y recordar los buenos y malos momentos del día.
Esta marcha queda marcada en mi calendario como una de las mejores junto con la Travesía, y si el cuerpo y el tiempo libre lo permiten seguro no fallaremos en 2011.
Más fotos en picasa.
El track en wikiloc.
En un principio salimos 6 españoles juntos; Abel, Anxo, Paco y Juan Ferreiros de Pontevedra y Toño y yo de Ourense.
El primer puerto llegó después de un llano de unos 10 kilómetros, rampas no muy duras paro aun así decidimos llevar un ritmo relajado pensando en lo que se nos venía encima, hicimos un pequeño habituallamiento sólido y nos dispusimos a realizar el descenso de este puerto que no presentaba apenas dificultad. Despues de un tramo de enlace comenzamos la ascensión del segundo puerto que nos llevaría al kilómetro 55 en donde decidimos parar a comer un poco.
Media ruta ya estaba por detras nuestra y las piernas parecían estar aun frescas, durante todo el día habíamos pensado en llegar al último puerto frescos y así fue.
En un restaurante situado al pie del último puerto nos juntamos con todos los españoles, la mayoría de Vigo, una gente muy maja y nos dispusimos a comenzar la ascensión, aqui ya notamos que las rampas eran bastante más duras que las anteriores pero aún así el haber estado toda la ruta reservando se notó, la última parte era en su mayoría de carretera excepto un pequeño tramo de un par de kilómetros justo al final que era una pista de eólicos.
Por fin llegamos a la última cota en el kilómetro 80, nos sacamos las fotos pertinentes y nos dispusimos a realizar el descenso de 20km que llevabamos todo el dia esperando.
Se puede decir que esta bajada tenía tres partes, la primera muy incomoda y con un terreno muy malo que recordaba a los descensos de la Travesía del Cantábrico de 2009, en donde no fueron pocos los sustos aunque sin consecuencias.
La segunda parte, fue emcionantísima, no por el terreno sino porque tuvimos la suerte de encontrarnos unos 20 todo terrenos bajando y fue un auténtico subidón de adrenalina pasarlos a todos por las pistas en el "flow" jejejeje.
La tercera y última parte era espectacular, trialera de losa, saltos curvas espectaculares, no tengo foto pero supongo que os imaginareis nuestras caras al final.
Lo que restaba de la ruta eran unos 8 kilómetros entre pueblos que no tenían apenas dificultad, momento para disfrutar de los amigos, charlar y recordar los buenos y malos momentos del día.
Esta marcha queda marcada en mi calendario como una de las mejores junto con la Travesía, y si el cuerpo y el tiempo libre lo permiten seguro no fallaremos en 2011.
Más fotos en picasa.
El track en wikiloc.